A la comunidad universitaria.
Al pueblo de México.
Nosotros, los compañeros del Colectivo Ciencia y Sociedad
como miembros de la comunidad universitaria, rechazamos todo acto de violencia
suscitado dentro de cualquiera de los planteles de la UNAM, y ante la reciente
ola de crímenes que han golpeado a la comunidad expresamos nuestra
consternación frente a tales hechos e indignación respecto el pobre actuar de
los elementos de seguridad en el campus de Ciudad Universitaria así como la
respuesta escueta de las autoridades de nuestra casa de estudios.
Es importante reconocer también que dicho problema de
seguridad es un reflejo de la fallida estrategia de las autoridades de la
Ciudad de México y del gobierno federal contra el crimen organizado, por lo que
estos últimos han encontrado refugio dentro de nuestras instalaciones para
realizar sus actividades criminales, pisoteando y amenazando así la autonomía
universitaria.
A su vez la imposición de enrejados por parte de las
autoridades de la UNAM dentro de algunas zonas reconocidas como conflictivas
demostraron ser soluciones paliativas e ineficientes, por lo que rechazamos
cualquier propuesta referente a cercar las inmediaciones de nuestra casa de
estudios, y exigimos se retiren las vallas que se han colocado en estos últimos
años. Esto en defensa del sentido público que caracteriza a nuestra
universidad, ya que en ella se ofrecen cantidad de actividades académicas,
culturales y recreativas abiertas al público en general -cabe destacar
gratuitas la mayoría de ellas- cercar y negar el acceso sería, pues, violentar el
derecho de la ciudadanía a disfrutar de estas actividades y las instalaciones
al ser contribuyentes del sistema de recaudación tributaria que dota de
presupuesto a la educación pública.
Reiteramos nuestro apoyo a la decisión de Rectoría de no
solicitar la entrada de elementos de seguridad pública armada, pues con
anterioridad se ha demostrado con creces que, lejos de ofrecer seguridad,
violentan a la comunidad universitaria, por lo que hacemos un llamado a la
congruencia y responsabilidad de los compañeros estudiantes para evitar el
consumo de bebidas alcohólicas y estupefacientes dentro de las instalaciones
como una forma autogestiva de luchar contra la inseguridad que este problema ha
generado, pues existe una relación directamente proporcional entre la demanda y
la oferta de narcóticos; y para así buscar mantener nuestro carácter público y
autónomo.
Hacemos un llamado a los responsables de la seguridad
interna de la institución a realizar su papel de la mejor manera posible y no
utilizar como pretexto dicho problema para hostigar a los estudiantes, sino,
realmente llevar a cabo su labor y mantener la seguridad e integridad del
campus y de la UNAM en general.
De igual manera invitamos a abrir un serio debate
transdisciplinario con el propósito de analizar la problemática desde la mayor
cantidad de ángulos posibles sobre la legalización de las drogas, sus usos y
sus consecuencias, como una forma de golpear al narcotráfico y evitar la
prolongación de la estrategia de ataque armado frontal encabezada por el gobierno
federal que desde el sexenio pasado ha causado más de una centena de miles de
civiles muertos y desaparecidos.
Estamos conscientes que se ha formado una red bastante
amplia de consumidores dentro del campus que va mucho más allá del
estudiantado, a diferencia de lo que muchos medios han querido hacer ver para
desprestigiar a nuestra comunidad, por lo que invitamos a nuestros hermanos
mexicanos para que tomen consciencia del problema y las consecuencias que esto
puede tener hacia esta casa de estudios, y pedimos que se abstengan de consumir
y adquirir. Y a la comunidad de esta universidad le reiteramos que es
responsabilidad y obligación de nosotros imponer el ejemplo como primeros
representantes de este recinto escolar.
La seguridad la hacemos todos.
Colectivo Ciencia y Sociedad
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